La Guardia Civil de Tráfico: 60 años en la carretera

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La Guardia Civil de Tráfico: 60 años en la carretera

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La Agrupación de Tráfico de la Benemérita cumple seis décadas de existencia y en la Región de Murcia lo hace con casi 300 agentes, repartidos en cinco destacamentos, que cada día salen a salvar vidas

Han sabido adaptarse a los tiempos y sus efectivos reciben una formación constante

La Benemérita, que este año está celebrando el 175 aniversario de su fundación, nació con la vocación de prestar auxilio en los caminos, en tiempos de bandoleros. Pero en los años 50, «con ya un millón de vehículos a motor y 60.000 kilómetros de carreteras, después del intento fallido de otros cuerpos para velar por la seguridad vial, la Ley 47/1959 de 30 de julio le asignó a la Guardia Civil ese cometido y ese mismo año se creó la Agrupación de Tráfico para llevar a cabo esa misión de forma específica», recuerda el comandante José Ángel Jurado, jefe del Sector de Tráfico en Murcia.

Cuando nació esta Agrupación, que cumple ahora seis décadas de existencia, lo hizo «con las subespecialidades de motoristas, radar y fotocontrol, atestados y uno ya extinto y muy peculiar que quizás no se recuerde que era el de auxilio en carretera, en el que sus componentes tenían conocimientos de primeros auxilios médicos y mecánica del automóvil, siendo el antecedente de las ambulancias y grúas que ahora conocemos», apunta Jurado.

«Desde entonces, la Guardia Civil y, por ende, la Agrupación de Tráfico se ha ido adaptando a los tiempos, evolucionando tanto en material (vehículos, equipos técnicos, uniformidad...), como en lo relacionado con el personal (formación, número de efectivos, que ronda los 9.000 agentes) para hacer frente a un parque automovilístico de alrededor de 34 millones de vehículos y 170.000 kilómetros de autopistas, autovías y carreteras de toda España», destaca.

El despliegue territorial de la Agrupación de Tráfico también ha ido evolucionando y desde el año 1997 se ha venido adecuando su estructura a la realidad autonómica del Estado, constituyéndose un sector por cada comunidad autónoma, que depende directamente de la Jefatura de la Agrupación en Madrid, y un subsector por provincia, por lo que esta unidad en la Región de Murcia tiene denominación de sector/subsector, al ser uniprovincial. De esta dependen cinco destacamentos, distribuidos estratégicamente para atender a las principales vías de comunicación, que son Murcia, Cartagena, Lorca, Cieza y Caravaca de la Cruz, lo que hace un total de 277 componentes en plantilla que prácticamente está al 95% de ocupación.

El comandante de Tráfico comenta que «teniendo en cuenta que hay registrados algo más de un millón de vehículos en la Región, siendo la 7ª provincia con mayor parque automovilístico (por detrás de Madrid, Barcelona, Valencia, Alicante, Sevilla y Málaga), además de la circulación de largo recorrido que discurren por la autovía A-7 que une todo el Corredor Mediterráneo y otros transportes del interior peninsular hacia el puerto de Cartagena, y los 9.500 kilómetros de carreteras de diferente titularidad, resultaría complicado atender a todas las incidencias con esa plantilla si no se contase con la inestimable colaboración del resto de patrullas de las diferentes especialidades de la Guardia Civil y de las respectivas Policías Locales, cuando no puede acudir una patrulla de la Agrupación de Tráfico».

Por otro lado, considera que «el principal problema de la presencia de los agentes de Tráfico en carretera está en la sensación subjetiva de que no se les ve tanto como antes, cuando todo eran carreteras convencionales que en ambos sentidos se veían a los motoristas de la Agrupación parados a un lado y otro de la carretera».

«La Región de Murcia cuenta con un número importante de vías desdobladas que hace que la sensación de presencia sea menor», señala Jurado, al tiempo que subraya que «esto, unido al crecimiento de la población de la capital y su área metropolitana, como más tráfico entre las poblaciones limítrofes, obliga a centrar los esfuerzos de los agentes disponibles en esas vías de alta ocupación, sin descuidar el resto de carreteras».

Los agentes de Tráfico de la Región reciben una formación constante. De esta manera, «además de los cursos para nuevo ingreso en la especialidad que se imparten en la Escuela de Tráfico en Mérida, la Jefatura de la Agrupación de Tráfico establece unos planes de actualización de conocimientos a diferentes niveles, unos centralizados en dicha Escuela por la que pasan cada cinco años todo el personal destinado en unidades de tráfico, y otro descentralizado que se imparten en los distintos sectores», manifiesta el comandante. «Además, en sus unidades de destino se les proporciona la actualización de legislación y procedimientos que por motivos de urgencia no puedan esperar a ser impartidos en los planes periódicos», añade.

En la misma línea, «el personal en posesión del curso, pero destinado en unidades ajenas a la agrupación, está obligado a examinarse cada cinco años para mantener vigente la especialidad, tanto en conocimientos teóricos como en el manejo de la motocicleta», apostilla Jurado.

En cuanto a la presencia de la mujer en Tráfico, Jurado explica que «en la Región contamos con una guardia civil en el Destacamento de Cartagena, donde hasta hace un año habían otras dos».

El comandante señala que «a esta especialidad se accede con el curso de motorista (el 80% de la plantilla) o el de atestados (que prestan servicio en vehículos de 4 ruedas), además del curso de dirección para los oficiales, donde también se les instruye en la conducción de motocicletas». «Aunque esta instrucción es bastante exigente para asegurar que cuando salgan de la Escuela de Tráfico sean capaces de manejar con soltura la moto y a la vez poder vigilar el comportamiento del resto de usuarios sin peligro de sufrir un accidente, no se precisa de un nivel físico mayor sino de habilidad y por ello destacan los que ya conducen motocicletas particularmente», manifiesta.

«Pero, aunque también se cuenta con mujeres motoristas en la Agrupación de Tráfico, como digo no solo se puede acceder manejando dos ruedas, sino que se puede optar por la modalidad de atestados para todos aquellos, sean mujeres u hombres, que les suponga un revulsivo la moto», apostilla el comandante.

Se da la circunstancia, comenta José Ángel Jurado, de que «la Agrupación de Tráfico es la especialidad de la Guardia Civil con mayor número de fallecidos en acto de servicio».

«Esto es por el peligro intrínseco que comporta la carretera y, no obstante, ha sido una de las especialidades preferidas para el personal del Cuerpo, precisamente por la pasión por las motocicletas, los vehículos y material técnico más avanzado que dispone», indica el jefe de Tráfico en la V Zona.

José Ángel Jurado insiste en que «no por ello supone una menor vocación de servicio, dada las peculiaridades del servicio en carretera, que resulta muy duro».

Una de las leyendas urbanas que persigue a los guardias civiles de Tráfico es la de que se les exige que pongan más multas si quieren un plus de productividad. Preguntado por esta cuestión, el comandante jefe de Tráfico en la Región remarca que «la Dirección General de Tráfico fija unos objetivos relacionados con la reducción de la siniestralidad vial, en los que están implicadas directamente todas las unidades de la Agrupación de Tráfico, donde se establece una conexión entre esos resultados (accidentes, víctimas mortales, heridos, si hacían uso del cinturón, si el conductor dio positivo en alcoholemia, distracción, etcétera) y un índice de la actividad de los agentes que repercuten directamente en la reducción de los anteriores parámetros».

«Si el balance es positivo, es decir, se reducen los resultados o se incrementa esa actividad por encima de éstos, se ve recompensada por la percepción de productividad adicional a las retribuciones que reciben mensualmente», comenta el comandante.

En la misma línea, resalta que «esa actividad objetiva de los agentes no solo se basa en las denuncias, sino que también computan los mencionados auxilios en carretera, los kilómetros recorridos durante la vigilancia, las horas de asistencia a juicio, los acompañamientos o escoltas a pruebas deportivas, informes, verificaciones, etcétera».

«Pero, si tenemos en cuenta que prácticamente el 95% de los siniestros son debidos al factor humano, es decir, a infracciones cometidas como la distracción, la conducción temeraria, distancia de seguridad, adelantamientos prohibidos o conducción tras ingerir alcohol o drogas, es imprescindible que estas conductas sean reprochadas cuando se detecten para tratar de reducir a la mínima expresión la siniestralidad de nuestras carreteras», asevera al respecto.

En el conjunto de España, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil consta de poco más de 9.000 agentes, y con ellos recorrió, en 2018, más de cien millones de kilómetros (107.099.697) y realizó 225.928 auxilios en carretera, invirtiendo, para ello 7,4 millones de horas en las vías. Por ejemplo, la ATGC realizó 4.752.728 controles de alcoholemia y 139.713 controles de otras drogas, además de las campañas de control de velocidad, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT).

Fuente.-https://www.laopiniondemurcia.es/comunidad/2019/10/27/guardia-civil-trafico-60-anos/1063093.html