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Francis Franco asegura que no conducía el coche que embistió a la Guardia Civil

Iniciado por Dikxon, Martes 23 de Enero de 2018. 19:34 horas.

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Dikxon

Francis Franco asegura que no conducía el coche que embistió a la Guardia Civil


Francisco Franco Martínez-Bordiú ha negado que estuviera en Teruel el día en que un todoterreno suyo embistió a un coche patrulla de la Guardia Civil y ocasionó lesiones a uno de los agentes. En su declaración en el juzgado, reiteró que ese día estaba en Madrid y alegó que era un exempleado suyo el que conducía el coche implicado.


El fiscal solicita para el nieto del dictador Franco un total de seis años de prisión: cuatro por un delito de atentado a la Guardia Civil; un año y privación del permiso de conducir durante tres años por el delito contra la seguridad vial; un año y multa de 20 meses a 40 euros diarios por el delito de daños, y por falta grave de lesiones 40 días de multa con una cuota de 40 euros. Igualmente tendrá que indemnizar a un agente de la Guardia Civil con 1.500 euros y a la dirección de la Guardia Civil con 2.720 euros por los daños en un vehículo oficial. Las multas superan los 25.600 euros.

En medio de gran expectación mediática, serio y sin hacer declaraciones a los numerosos informadores que se han dado cita en Teruel para seguir el juicio, Francis Franco llegó al juzgado en taxi, acompañado por su abogada, Laura Maniega. Las sesiones de la vista oral se prolongarán hasta el miércoles y está previsto que declaren 21 testigos y dos peritos.

La acusación aportará como pruebas el testimonio de los guardias civiles, que dijeron haber reconocido a Francis Franco, y de una tercera persona que manifestó oralmente y por escrito, en una primera declaración, que el día de los hechos había recogido al imputado cerca de la localidad turolense de Bea. Asimismo, aportará un rastreo de señales de móvil que sitúan el teléfono portátil de Franco en la zona donde sucedieron los hechos.

¿Desorden procesal?

La vista ha comenzado con retraso porque la letrada defensora intentó, sin conseguirlo, que se suspendiera el juicio alegando desorden procesal. "Como todo es incorrecto o todo está afecto de irregularidades, me he visto en la obligación de impugnar prácticamente todo los documentos", dijo. El fiscal, Jorge Moradell, le replicó que "no deja de llamar la atención tanto interés en impugnar determinadas pruebas de cómo sucedieron los hechos cuando alguien dice que no ha estado en ellos".

La juez del Tribunal de lo Penal de Teruel rechazó también la petición de que declaren todos los agentes el mismo día, incluido uno de los implicados, de baja por enfermedad, por lo que lo hará por videoconferencia. También denegó la petición de las grabaciones originales de la Guardia Civil. A preguntas del fiscal, Francis Franco declaró que en la madrugada del 30 de abril de 2012, cuando ocurrieron los hechos, se encontraba en Madrid y no en Teruel. Añadió que así lo confirmarán varios testigos y que tratará de probar con documentos como la factura de un taller. Según su relato, el 29 de abril había viajado desde su finca de Aranda del Moncayo (Zaragoza) a Madrid debido a la previsión de mal tiempo, "ahora lo llaman ciclogénesis explosiva", por lo que no podría cazar. "Aproveché para hacer asuntos que tenía retrasados en Madrid".

Añadió que conoció el incidente cuando le dejaron un recado desde su oficina en un aparcamiento de Madrid, diciéndole que estaban llamando desde el Instituto Armado "de manera muy inquisitoria" y pidiendo las llaves del vehículo implicado, el cual pertenecía a una sociedad gestionada por su hijo Francisco.

Cuando tuvo conocimiento del hecho, decidió desplazarse en AVE a Calatayud (Zaragoza), donde, según su relato, le recogió Marius, un exempleado suyo al que responsabiliza de ser el causante del incidente con la Guardia Civil.

Franco aseguró que no suele conducir los coches, especialmente si son de marchas porque está acostumbrado a coches automáticos, por lo que suele llevar chófer.

En su declaración, explicó que el citado exempleado le pidió "disculpas" por haber tenido un "problema" con la Guardia Civil y le comunicó, asimismo, que los daños en el coche eran "muy leves". Igualmente le entregó una bolsa que iba en el vehículo implicado, entre cuyo contenido se encontraba un teléfono y una tablet. Tras llegar a Calatayud, Franco acudió a la zona del incidente para saber qué es lo que había pasado a pesar de que, según sus palabras, era la empresa que gestionaba su hijo la que conocía a Silviu Nicolae R., también acusado por ser, presuntamente, el copiloto.

Éste se acogió a su derecho a no declarar. El fiscal le acusa de un delito de atentado contra agentes de la Guardia Civil y para él que pide dos años de prisión. A preguntas de su abogada, Franco apuntó que en la finca de caza que tiene en la zona hay "varios teléfonos" de la empresa que utilizan tanto los empleados como los invitados, ya que sólo hay cobertura de una operadora.

A su vuelta a Madrid el 29 de abril, se dejó el móvil cargando en la finca de Aranda del Moncayo y ha precisado, en este sentido, que tiene varias tarjetas de su número.

Según el auto del juez instructor de Calamocha (Teruel), Francis Franco conducía el vehículo, propiedad de una de sus empresas, que interceptaron los agentes entre las 7.00 y las 7.30 horas de la mañana del 30 de abril de 2012 y que circulaba por la N 234 con las luces apagadas.

La patrulla les indicó entonces con señales luminosas que se detuvieran pero, por el contrario, los ocupantes del coche comenzaron "una huida a gran velocidad sin respetar las distintas señales de tráfico". Comenzó así una persecución hasta que el coche se detuvo en un camino entre las localidades turolenses de Collados y Lagueruela. Tras detenerse el vehículo oficial detrás del coche implicado, los agentes observaron a dos individuos "que resultarían ser" Francisco Franco, como conductor, y Silviu Nicolae R., como copiloto.

Los agentes vieron entonces que "éste último exhibía la funda de un arma larga de fuego", relata el auto. Uno de los agentes advirtió entonces a los ocupantes del vehículo que depusieran su actitud, pero entonces el conductor inició "una maniobra de marcha atrás" y colisionó contra el vehículo oficial, arrastrándolo, para darse después a la fuga.

Los agentes encontraron después el vehículo abandonado y cerrado en el término de Bea. Como consecuencia del choque, el vehículo oficial sufrió daños por valor de 2.720 euros y un agente lesiones de "cervicalgia y contractura paracervical", por lo que está personado en el caso como acusación particular.

Fuente.-http://www.elmundo.es/loc/famosos/2018/01/22/5a660abae5fdea893e8b45b8.html
Tened cuidado ahí fuera, os quiero a todos de vuelta...