Igualdad sobre el asfalto

Iniciado por Dikxon, Domingo 10 de Marzo de 2019. 18:56 horas.

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Igualdad sobre el asfalto

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Lorena, una de las tres mujeres adscritas a la Agrupación de Tráfico tinerfeña, asegura que nunca ha sentido un trato discriminatorio en los 15 años que lleva en la Guardia Civil.


Nació en La Gomera, no hay antecedentes en su familia vinculados con la Guardia Civil y es una de las tres agentes de la Agrupación de Tráfico de Santa Cruz de Tenerife. Acumula 15 años en el instituto armado, doce de ellos en esta unidad, y afirma que nunca ha experimentado la sensación de recibir un trato diferente al resto de sus compañeros por el hecho de ser mujer. Lorena Coello Hernández está adscrita al Destacamento de Tráfico de Garachico, pero antes sumó otras vivencias en el puesto de Tacoronte y en el Centro Penitenciario de Tenerife II.

"Un día tienes que estar en un control de alcoholemia, al siguiente subes al Teide a cortar la carretera por una nevada y al otro tienes que auxiliar a las personas que se han visto afectadas por un accidente de tráfico... Aquí no puedes elegir: cuando te toca, toca", comenta sobre el reparto de servicios en una unidad en la que la presencia de la mujer es minoritaria -en la provincia occidental, por ejemplo, de los 260 efectivos que hay en el catálogo, solo tres están ocupadas por agentes femeninos-, pero no discriminatoria. "Este es un trabajo que podemos desarrollar sin más esfuerzo que el que realizan los hombres. Aquí sí que hay igualdad de servicios, retributiva y de trato por parte de mis superiores", explica respecto a una profesión para la que se necesita una sólida vocación.

Ese equilibrio de sexos es lo que la mayoría de las veces hace que Lorena no entienda las diferencias que se dan entre mujeres y hombres en el mercado laboral. "Tuve que pasar las mismas pruebas, los conocimientos que adquirí en la academia fueron idénticos y debo estar preparada para actuar como lo haría un compañero ante una situación de emergencia", avanza antes de matizar que le cuesta oír o leer que esa igualdad no se produzca en otros oficios. "Soy consciente de que la mujer aún debe conquistar muchos derechos que nadie te regala, pero en mí caso, insisto, el equilibrio es total... A todos nos preparan para cumplir lo mejor posible nuestras funciones, la diferencia de sueldos no existe y nadie te quita un servicio porque alguien crea que no estás capacitada para desarrollarlo bien", enumera al tiempo que vuelve a sus orígenes en la benemérita. "Para estar aquí te tiene que gustar, debes prepararte para ayudar a las personas pero, a su vez, saber que hay días en los que te vas a cruzar con situaciones complejas".

Estar en primera línea en un atestado o enfrentarte a momentos incómodos durante un control de alcohol o drogas son dos extremos que la agente Coello Hernández explica desde perspectivas antagónicas. "En una colisión sacas la parte más humana. A veces llegamos los primeros y lo que nos encontramos no es agradable. Estar con la familia o amigos de un fallecido en esos instantes no es fácil de gestionar, pero no queda más remedio que transmitir tranquilidad y, sobre todo, impedir que ese incidente ocasione otros percances", resume en referencia al perfil más solidario de los componentes de la sección de Tráfico de la Guardia Civil.

La otra faceta, la que tiene que ver con el consumo de bebidas alcohólicas o sustancias estupefacientes al volante, sí que resulta más incómoda. "No todo el mundo se toma bien que lo vayas a sancionar o le imputes un delito", argumenta Lorena sobre un cambio de "chic" que pone más distancia entre la autoridad y los infractores. "Ahí no queda más remedio que hacerte respetar para evitar por todos los medios que se den posibles equivocaciones; no hay posibilidad de diálogo porque lo que toca es valorar cada situación en base a lo que establece la ley", abrevia sin olvidar que en esos casos "tienes que ser fría, cortante y hablar lo justo y necesario para salir airosa de un malentendido".

Respecto a las "triquiñuelas" que suelen esgrimir los conductores que son cazados infraganti, Lorena rescata que no hay distinciones posibles a la hora de tratar de ocultar que no estaba hablando por el móvil. "Eso no tiene nada que ver con el sexo (sonríe)... Te dicen que ellos/as no estaban hablando por teléfono, pero cuando le dices que lo que has visto cambian su versión: Bueno, si me ha visto, entonces sí que estaba hablando", afirma en un punto de la conversación en el que analiza la primera toma de contacto entre un motorista -tiene dos hermanos y una hermana, y espera que algunos de sus sobrinos quiera ser Guardia Civil- y el conductor que presuntamente ha cometido una infracción. "Cuando te bajas de la moto, ellos/as esperan a un hombre, pero cuanto te quitas el casco sí que percibes una sensación de sorpresa. Cada vez se extrañan menos, aunque en su cara sí que se distingue que están viviendo una sensación rara".

Aunque no es uno de sus cometidos habituales -al margen de las labores en la carretera existe una faceta más burocrática que se realiza en las oficinas-, la protagonista de esta historia ha tenido que estar presente en algún caso de violencia de género. "No le voy a decir que no afectan porque no es verdad, pero cuando ves un cadáver, un cuchillo ensangrentado y tienes que buscar al responsable, hay que mantener la cabeza fría para que no te puedan esas emociones".

Fuente.-https://eldia.es/sociedad/2019-03-09/22-Igualdad-asfalto.htm
Tened cuidado ahí fuera, os quiero a todos de vuelta...